Perejil, salvia, romero y tomillo.

Eso le dijo Gabriel a María José el día de su postura de argollas. Emocionados hasta las lágrimas, su familia y amigos los vió intercambiar votos y comprometerse unos meses antes de su ceremonia civil. Yo estaba ahí. Supe que este sería de esos matrimonios que te marcan en todo sentido. Como fotógrafo, como profesional y como persona.

Perejil, salvia, romero y tomillo.

Enero.

Quedan pocos minutos para el matrimonio civil. María José está acompañada de su padre. Salen al pasillo del Hotel “W” y espera el ascensor como jamás pensó que esperaría un ascensor. Con un ramo y vestida de novia. En su cabeza una tiara antiquísima prestada por una amiga. En su estómago, mariposas.

Perejil, salvia, romero y tomillo. Una pócima de la edad media. Garantiza enamorar a quién se desea.

Perejil, salvia, romero y tomillo ella dice que si. El también.

Vamos a la azota para verlos volar.

Perejil, salvia, romero y tomillo.

Y a bailar.

Matrimonio realizado junto a Alexander Finat  . Especiales agradecimientos a Guillermo Alessandri por guiarme en cuanto al post-proceso.