Pocas veces me he demorado tanto en elegir las imágenes de un matrimonio para publicarlo en mi página, porque este este es muy especial. Tanto para los novios como para mi.

Se casaron mis amigos Sue  y Felipe. Y con ellos nos casamos todos un poco. Porque eligieron hacer un matrimonio íntimo en un lugar céntrico y pidieron la ayuda de nosotros, sus amigos, para que saliera perfecto.

Pola, Fernanda, Eduardo, Monse, Fran, Lore, Silvain,  Cristi, Alejandra, Alex, Cristina…todos ayudaron de la mejor manera que pudieron. Acompañamos a Sue a comprar luces, otros organizaron la ceremonia, otros grabaron el video, prepararon discursos, se preocuparon de las argollas. Movieron mesas, instalaron la torta , fueron a buscar botellas…un matrimonio organizado por y para los novios pero en el que todos participamos. Un matrimonio que sentimos  nuestro. Bello, elegante, creativo. Como ellos.

En un dia de lluvia en pleno Noviembre nos tocó acompañarlos. La ceremonia estaba pensada en el patio  pero hubo que mover todo el montaje hacia adentro. Había un sólo problema. La sería en el pequeño parrón junto a la corona de flores. Y no había forma de proteger el lugar de la lluvia. Pero Felipe tuvo una idea que nos dejó a todos impresionados por lo simple e ingeniosa.

Eduardo leyó un texto que nos dejó hechos pedazos. Escribió sobre el amor. Con honestidad. Con valentía. Nos quebramos. Como el estaba a cargo de video, tuvo que desdoblarse y volver a grabar después de sus palabras. Yo doblé de padrino/fotógrafo. No sé si lo hice bien de padrino, pero en cuanto a las fotos, ustedes pueden opinar que les parecen.

La noche de Sue y Felipe pasó rápidamente entre buenos amigos, baile, luces, el ramo y buenos recuerdos. Cuando parecía que la magia se había acabado, subimos 56 pisos.

Y volamos.