Cuando hicimos la sesión de novios de Alejandra y Felipe me enamoré un poco de ellos. Sip, lo reconozco. Me encantaron. Me gustó lo simpáticos que son, lo mucho que se divierten juntos y su infinita buena onda. Quedaba la incógnita de cómo sería su matrimonio. Ese dia estaba medio nervioso porque de veras que quería mostrar lo sencillo y espontáneos que son.  Y eso, es lo más difícil para un fotógrafo. Porque podemos llenar de flashes y luces para disimular un matrimonio aburrido ( existen) , pero reflejar el carácter de una pareja que se quiere y que juega… eso si que es difícil. Me acompañaba Matías González de segundo y creo que hicimos un buen trabajo en el Club Hípico. ¿No me cree? Pase a ver.

When I did the photo session of Alejandra and Felipe  I got a little crush on them. Yep, I admit.  I liked how friendly they are, how much fun together they have and how cool they are. The unknown factor was… how  their wedding  would tour up to be. That day was half  nervous because I wanted to show how tender and spontaneous they are. And that is the hardest thing for a photographer. Because we can fill in with flashes and lights to disguise a boring marriage (there are a lot of those), but reflect the character of a couple who is loving and playful … now that’s hard. I was accompanied by Matías González as a second shooter and I think we did a good job in Club Hípico. Don´t  believe me? Check this photos out.

#mecaso

Bonus: