Cuando estoy estancado en cuanto a foto, mis novios dementes me rescatan. Me exigen ser mejor, inventar cosas nuevas, aperrar como sea, llegar más lejos y obtener resultados en cuanto a sus expectativas. Es el caso de Valentina y Rodrigo, que me pidieron hacer fotos en Farellones. Al instante dije que si, no sabiendo ( honestamente) en lo que me estaba metiendo.

Llamé a Alexander Finat, mi segundo, para que me acompañara en esta aventura.

Cuando los ví jugando, tirándose bolas de nieve y felices a pesar del frío, supe que esta sería una de esas sesiones épicas. Menos mal que andábamos bien equipados, porque la mayor parte de las fotos las hicimos con nieve hasta la rodilla o a veces peor. Los chicos nos dieron sandwiches, galletas y bebidas. Ellos saben de subir a la nieve. A la bajada, nos encontramos con un zorrito que se acercó, cara de palo, hasta nosotros.

Llegamos de vuelta, como nos gusta llegar;  agotados, exigidos al máximo, con ganas de descansar, pero esencialmente felices.  Rescatado de fotos típicas.

Gracias.

Con ustedes, Valentina y Rodrigo

When I’m stuck as to photographer, my  crazy couples come to the rescue! They  expect me  to be better, invent new things and  “aperrar” whatever, go further and get a result. Valentina and Rodrigo  fit that description. They asked me  to take pictures of them in Farellones. Instantly said yes, not knowing (honestly) what I was getting into.

I called Alexander Finat, my second shooter, to accompany me on this adventure.

When I saw them playing, throwing snowballs and jus being happy despite the cold, I knew this would be one of those epic sessions. Luckily we were well equipped, because most of the photos we made we had snow to the knee or sometimes worse. Later ,the guys gave us sandwiches, cookies and drinks. On the way down, we met a fox who got really close.

We came back, the way we like it; exhausted, stretched to the limit, eager to rest, but essentially happy. 

Thank you Valentina and Rodrigo. 

Fernando & Alex