Los chicos me dijeron que la recompensa de una subida siempre es el reverenciado mote con huesillo en la punta del cerro. Así que fuimos subiendo y sacando fotos mientras nos daba sed. No tenía idea de lo que haríamos, pero cuando jugamos a contraluz haciendo movimientos de karate homenajeando a la película, supe que todo estaría bien.
El mote con huesillo es más rico cuando te lo ganas.
Creativa… Luminosas …. Hay todo lo que puede llamarse un Fernando Ramírez’s style
Como siempre, un grande!