Desde hace una semana más o menos, en el foro de fotógrafos de matris en facebook al que pertenezco, existe un interesante debate respecto a si debemos usar nuestras páginas web para dedicarlas exclusivamente a fotografía de matrimonios o si posteamos sobre otros proyectos. Los argumentos a favor tienen que ver con la idea de concentrarnos en nuestros posibles clientes. Según esta idea, corremos el riesgo de “asustar” a los novios al vernos en otros proyectos o por lo menos no concentrados 100% en la fotografía de matrimonios.
Yo soy de la idea de mostrar todo mi trabajo. Básicamente porque la fotografía hace rato que dejó de ser para mi un trabajo. Algo que uno va a hacer durante el día ( o noche) y uno vuelve a la casa para olvidarse y hacer otras cosas. Desde hace un tiempo, la fotografía me define como persona, define mi manera de ver el mundo y define como entiendo el resto de mis actividades.
Al final, todo lo que vemos es luz. Y nosotros, la registramos con unos mágicos aparatos llamados cámaras. Y cuando hemos practicado mucho, invertido mucho y hemos aprendido a buscar cosas que tiene que ver con nuestra propia forma de ver esa luz, la gente nos paga para tener esa mirada particular; ya sea en un matrimonio, un evento, una sesión de fotos , un lugar o un momento. Cosas que valen la pena. Lugares que valen la pena. Al contratarme, de forma indirecta contratas una experiencia que tiene que ver con las cosas que me ha tocado fotografiar .Tiene que ver con las cosas que he vivido como fotógrafo, como periodista, como ser humano. No estoy diciendo que tenemos que ser mejores amigos, pero cuando tengo que hacer un encargo, lo tomo como una nueva experiencia. Como la posibilidad de mejorar un poco. Y cuando entrego las fotos y te gustan y estás contento, yo también lo estoy. Me entendiste, nos entendimos. Te gustó la forma cómo veo el mundo. Compartimos algo. Por unas horas. Pero que ahora te va a durar para siempre.
Así que pienso contarte, quién quiera que seas, que estoy haciendo. Que cosas me gustan. Que busco, que cosas me pasan. Te voy a contar las cosas buenas y las cosas malas. Pero sobre todo las buenas.
Ciclo verano/invierno
Hace unos años atrás, mi amigo Rodrigo Álvarez se refirió a cierto fotógrafo ( no recuerdo quién) como a un fotógrafo que “topó techo”. Tiene que ver con la idea de un fotógrafo que encontró una zona de comodidad en cuanto a estilo y que nunca salió de ahí por miedo a fallar o por falta de interés o capacidad. Fue un comentario muy al azar, ligero, pero que tendría profundas consecuencias en cuanto al estilo de fotografía que me gusta o que quiero hacer.
Verás, al principio yo odiaba mis fotos. Las odiaba profundamente. Porque me frustraban. Me sentía POCO CREATIVO, ABURRIDO, TÍPICO. Habían dos factores que me limitaban 1- factores técnicos ( equipos, lentes, flashes ) 2- experiencia ( cómo enfrentar un tema, lenguaje, falta de referencias de otros estilos).
Con respecto al factor 1, nada que hacer. Las limitantes técnicas se superan en la medida de que avanzas en tu trabajo e inviertes en mejores equipos, mejores lentes, mejores flashes. Incluso, cuando te compras “juguetitos”, pueden dar lugar a sorprendentes resultados. En cuanto al factor número 2, la frase de mi amigo me aterraba. “¿Que pasa si ya “topé techo”? ¿A este nivel? ¡Rayos! ¡Que frustrante! Nunca hice nada que valiera la pena. Ni siquiera había logrado que alguien pusiera una foto tomada por mí en su retrato de facebook”.
Al final, ese miedo te hace explorar lenguajes y cómo quieres crecer en cuánto a tu trabajo. No quieres quedarte estancado y “topar techo” cuando recién estás partiendo. Después no quieres hacerlo cuando estás ENTENDIENDO ALGUNAS COSAS. Y después, ciertamente no quieres hacerlo cuando vas a sacar fotos yVUELVES CONTENTO.
Debido a mi carga de trabajo en verano, me he impuesto una forma de estar siempre creciendo. Consiste en que en invierno, cuando tengo menos trabajo en eventos, me concentro en proyectos personales y en nuevas técnicas. Sigo mi instinto en términos de dominar o explorar una mirada distinta o trabajar un tema. O, tal vez, aparece un desafío interesante y me animo para hacer el intento.
El año pasado, claramente me centré en trabajar en SENTIDOSCOMUNES.CL. Mi trabajo me llevó a explorar un área que tenía poco desarrollada; el fotoperiodismo. Narración y foto. Texto e imagen .Estoy especialmente contento con este artículo armado en dos partes que cuenta la precaria situación de un grupo de estudiantes convertidos en okupas de su propio colegio.
LINK FOTOREPORTAJE PARTE 1
LINK FOTOREPORTAJE PARTE 2
Este tipo de reportajes, más el trabajo de registro de las marchas, me ayudan a afinar el ojo. Me mantienen despierto y atento a lo que pasa. En el presente invierno, estoy trabajando en dos temas nuevos que me tienen muy contento. Adelanto un par de fotos por ahora.En la medida que resulten estos dos proyectos, les iré contando.
Cuando llega el verano, toda la experiencia de los proyectos personales la aplico en mis matris de temporada alta. Cuando parto en septiembre, tengo la cabeza llena de ideas, técnicas y cosas que quiero probar llegado el momento. Y también tengo nuevos lentes, trípodes, flashes y cámaras que HE APRENDIDO A DOMINAR. Por cierto que me preocupo de participar en workshops para afinar mi trabajo, como el maravilloso taller de KYLE HEPP. ( Del que hablaré en mi siguiente posteo)
El primero de Septiembre me pican los dedos por empezar la temporada alta. Creo que esa era la idea de fotografiar para vivir ¿No?
Fernando, que bueno que desarrollas también tus habilidades periodisticas y artísticas. Si uno no está en constante búsqueda de nuevos desafíos, simplemente el quehacer diario deja de tener sentido. Felicitaciones.