Mileris y Javier son de Colombia. Hablan un español que acá consideramos perfecto. Viven hace un tiempo en Chile y trabajan en el área de salud. Esta es la primera vez que suben el Cerro San Cristóbal. Sospecho que no será la última. Me gusta observarlos. A pesar de que vienen de un país muy lejos, nos parecemos muchísimo;  son muy cariñosos, alegres y risueños. Latinoamericanos todos, jugamos en un pequeño cerro que nos recuerda la cordillera que tenemos en común.  El cielo se abre y Santiago los recibe con sus miles de luces.

Gracias especiales a Lilian Peromarta por la iluminación.

Algo me dice que nos veremos pronto…